El hallazgo se produjo el lunes por la mañana, cuando un grupo de operarios trabajaba en el sistema eléctrico del subsuelo del Alto Palermo. Al correr un panel de metal, notaron una corriente de aire frío y un hueco detrás. Al ingresar, se encontraron con una habitación baja, sin ventilación, iluminada apenas por un tubo fluorescente aún encendido.
Según testigos, en el interior había varios televisores Sony Trinitron apilados, una caja con discos compactos, maniquíes semidesnudos y copas de vidrio cubiertas de polvo. En una mesa metálica, los obreros hallaron una libreta con nombres y números de teléfono, junto a un objeto de goma envuelto en una bolsa plástica. “Al principio pensamos que era una herramienta quirúrgica, después entendimos que no”, aseguró uno de los técnicos.
Desde la administración del shopping confirmaron el descubrimiento pero minimizaron el hecho. “Se trata de un espacio residual de las obras de los años noventa, sin relevancia actual”, afirmaron en un comunicado. Sin embargo, entre los empleados circula otra versión: “Ese lugar no era un depósito —comentó un guardia de seguridad—, las paredes estaban acolchadas. Algo pasaba ahí abajo, y no era precisamente mantenimiento”.

