Durante una charla informal, el canciller Pablo Quirno mencionó que su tatarabuelo “votó a favor del virrey” en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810. La frase, dicha en tono distendido, no tardó en multiplicarse en redes, donde algunos la interpretaron como un gesto de sinceridad genealógica y otros como una curiosa muestra de coherencia ideológica.
El episodio reavivó la discusión sobre aquel día clave de la Revolución de Mayo. Según los registros históricos, 155 vecinos votaron por la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, mientras que 69 se pronunciaron a favor de mantenerlo en el poder. Quirno, al parecer, proviene de ese pequeño grupo que prefirió seguir bajo la autoridad del monarca español.
Entre la ironía y la sorpresa, usuarios en X rescataron la anécdota para discutir el lugar de las élites en los comienzos de la independencia. “No todos los apellidos cambian de bando”, escribió uno. Otros celebraron que al menos el canciller sepa en qué lado de la historia estaba su familia.
Sin desmentir ni aclarar la historia, Quirno dejó correr el comentario con la naturalidad de quien no ve contradicción entre la diplomacia y el linaje realista. En un país que hace de cada fecha patria una nueva grieta, su tatarabuelo —más de dos siglos después— logró volver al centro del debate.

