“Flor de hijo de p…”: la crítica del exministro Guillermo Francos a Javier Milei

Según trascendidos desde Balcarce 50, Javier Milei no se animó a pedirle la renuncia a su viejo amigo. La salida de Guillermo Francos de la Jefatura de Gabinete habría sido promovida por la administración de Donald Trump, en una jugada que dejó al descubierto cuánto pesa hoy la línea directa con Washington.

Versiones cercanas al Gobierno sostienen que el pedido de salida llegó de la órbita trumpista, incómoda con el estilo “conciliador” del exministro y su buena relación con gobernadores y legisladores. Milei, que lo conocía desde los tiempos de la Fundación América de Eduardo Eurnekian, optó por el silencio: una costumbre que, dicen, cultiva tanto en la política como en las discusiones personales.

“Lo dejó caer solo”, resume un funcionario que todavía frecuenta los pasillos de la Rosada. Francos, al comprender que el pedido venía “de arriba”, habría pronunciado su ya célebre frase de despedida: “Flor de hijo de p…”. En las horas siguientes, Karina Milei intentó intervenir, no para convencerlo de quedarse, sino para garantizar que no se fuera tan herido. La solución, según fuentes empresariales, fue pragmática: mantenerlo en el directorio de YPF, con honorarios o sin ellos, como prenda de paz y compensación simbólica.

En la petrolera estatal, el asunto se volvió un pequeño misterio. Nadie sabe si Francos sigue cobrando el sueldo de 70 millones de pesos mensuales. Él asegura que no, aunque nadie lo confirmó oficialmente. En cualquier caso, su permanencia en YPF sirve de testimonio: en el universo libertario, incluso los resentimientos tienen precio.

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