Bronca en el Festival de Mar del Plata por la suspensión de la visita de Harvey Keitel

Las declaraciones de Gabriel Lerman reactivaron tensiones en un momento delicado y dejaron expuesto un debate incómodo sobre prioridades, gastos y expectativas

Gabriel Lerman, co-director artístico del Festival de Mar del Plata, relató que Harvey Keitel “iba a venir, estaba dispuesto, tenía la valija casi hecha”, pero que todo se frustró cuando el actor pidió pasar unos días en Nueva York antes de viajar. “Nos pidió quedarse en Nueva York y después seguir unos días”, explicó. La producción decidió no cubrir ese desvío y, según Lerman, el resultado fue simple: “Perdimos todos”. Recordó además que Keitel protagoniza The Letter, de Rodrigo Vila, rodada en parte en el país, y que su presencia “lo hubieran leído en todas partes”.

El episodio cayó en medio de un clima ya sensible, marcado por los recientes dichos de Carlos Pirovano —presidente del INCAA—, quien defendió públicamente que “los reels de un minuto pueden ser la salvación de la industria del entretenimiento”. Una declaración que, para muchos dentro del sector, sonó más a diagnóstico involuntario que a propuesta, y que ahora se mezcla con la discusión sobre si valía la pena hacer un esfuerzo extra para asegurar la visita de una figura internacional o si, en realidad, no había nada que “salvar”.

Así, a días del comienzo del festival, la caída del viaje de Keitel se volvió un símbolo incómodo: entre presupuestos inflexibles, ideas de renovación fulminante y la esperanza de que un nombre legendario pudiera iluminar un panorama opaco, terminó imponiéndose una sensación más amarga que sorprendente. A fin de cuentas, el problema quizá no era la escala en Nueva York.

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